Cuatro grados bajo cero… Frío, mucho frío a la orilla del río. Pienso: “por qué no esperar a que salga el sol, tomando un café caliente mientras”
Pronto me olvido y me dedico a la tarea para la que fui allí: sacar fotografías.
Se trata de una serie de fotografías que, naturalmente, no hubiera podido sacar si no hubiera pasado frío y no hubiera estado allí mientras los primeros rayos de sol aparecían en el horizonte.
Espero que disfrutéis.
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